martes, 5 de mayo de 2009

Campylobacter y campylobacteriosis

Campylobacter es un tipo de bacteria que infecta el tracto gastrointestinal que generalmente se transmite a través de alimentos o agua contaminados. Esto incluye carnes (especialmente el pollo), el agua que se extrae de fuentes contaminadas (riachuelos de la montaña o ríos que están cerca de donde pacen los animales), y leche o productos lácteos que no han sido pasteurizados.

Campylobacter jejuni y C. coli son las especies más importantes, porque son agentes zoonóticos y aisladas con mayor frecuencia en enfermos humanos infectados y se pueden transmitir directamente de los animales a los humanos por contacto o por consumo y manipulación de alimentos de origen animal.

En humanos susceptibles, la infección por C. jejuni y C. coli se asocia con enteritis aguda, los principales síntomas son fiebre, calambres abdominales y diarrea, que generalmente es leve, aunque a veces puede ser grave durando hasta 7 días. La diarrea puede derivar en deshidratación, que debe ser controlada de cerca. Los signos de deshidratación son: sed, irritabilidad, cansancio, somnolencia, ojos hundidos, boca y lengua secas, piel seca y disminución de la frecuencia de excreción urinaria, y (en bebés) un pañal seco durante varias horas.

En casos de infecciones por Campylobacter, la diarrea que inicialmente es líquida, después puede contener sangre o mucosidad. A veces el dolor abdominal aparenta ser un síntoma más significativo que la diarrea. La infección podría confundirse con una apendicitis o un problema de páncreas. Aunque tales infecciones son autolimitadas, pueden producirse complicaciones, como bacteremias, síndrome de Guillain-Barré, artritis reactiva y aborto.
Vibrio cholerae

El género Vibrio comprende varias especies de importancia médica, relacionadas muchas de ellas con enfermedad gastrointestinal y en particular con enfermedades trasmitidas por alimentos de origen marino. De todas ellas merece especial atención Vibrio cholerae responsable del Cólera epidémico, una enfermedad infecciosa con un cuadro clínico caracterizado por vómitos y diarrea intensa, que puede llevar a la deshidratación grave. Dicha bacteria ingresa al organismo con el agua o los alimentos contaminados.

V. cholerae O1, biotipo El Tor es el responsable de la séptima pandemia que se inicio en 1961 cuando apareció la bacteria como causa de epidemia de cólera en Celebes (Sulawesi), Indonesia. La enfermedad se propagó rápidamente a otros países de Asia del este y llegó a Bangladesh en 1963, a India en 1964, y a la URSS, Irán e Irak en 1965-1966. En 1970 el cólera invadió el oeste de África, la cual no había experimentado la enfermedad por más de 100 años. La enfermedad se dispersó rápidamente a varios países de Africa y se convirtió en endémica en casi todo el continente. En 1991 el cólera golpeó a Latinoamérica, en donde también había estado ausente por más de un siglo. Su ingreso fue por Perú. En el primer año se propagó a 11 países, y subsecuentemente a través del continente.


Vibrio parahaemolyticus y Vibrio vulnificus


Vibrio parahaemolyticus se encuentra en el agua de mar como su hábitat natural, se lo ha relacionado con enfermedad debido al consumo de agua y productos de mar, mariscos o pescados consumidos crudos. Vibrio vulnificus por el contrario ha sido aislado en los últimos años como agente de celulitis grave de miembros inferiores, en pacientes con enfermedades crónicas (diabetes, etc) durante el verano, luego de la exposición de heridas al agua de las playas de las costas. Este microorganismo ha sido reconocido como agente de celulitis, sepsis y enfermedad gastrointestinal, enfermedades graves, con elevada mortalidad, teniendo como vía de entrada al organismo, su ingestión con mariscos crudos o las heridas durante los baños en las playas.
Yersinia enterocolítica

Es la bacteria causante de la yersiniosis, enfermedad zoonótica cuyo síntoma más habitual en humanos es la gastroenteritis. Se considera que los animales domésticos actúan más bien como importantes reservorios de este agente, a pesar de que la literatura ha descrito a Y. enterocolítica en infecciones entéricas en diferentes especies y como causante de abortos en ovinos, siendo el cerdo el principal reservorio de las cepas patógenas y en consecuencia se convierte en el principal vehículo de transmisión en seres humanos; sin embargo no solo el consumo de carne de cerdo cruda o mal cóccida constituye un peligro sino también agua o leche contaminada.

La infección con Y. enterocolítica puede causar una variedad de síntomas dependiendo de la edad de la persona infectada. Los síntomas más comunes en niños pequeños son fiebre, dolor abdominal y diarrea a menudo con sangre. En niños mayores y adultos, el dolor abdominal bajo en el lado derecho se puede confundir con apendicitis. En un menor número de casos puede producir dolor de articulaciones, erupción de la piel e infecciones de la corriente sanguínea.

Se puede prevenir evitando comer carne de cerdo cruda o sin cocinar bien, evitando tomar leche sin pasteurizar o agua sin tratamiento, además de practicar buenos hábitos de lavarse las manos después de tener contacto con animales.

Esta bacteria es de difícil detección es por eso que muchos estudios han apuntado a la búsqueda de nueva metodologías. En 2007, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), en un análisis sobre la incidencia de la bacteria en alimentos, reconocía la dificultad por aislar en muestras de alimentos la bacteria, y apuntaba ya como uno de los más útiles la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), una técnica que permite producir de forma rápida muchas copias de un fragmento de DNA para poder identificar genes específicos.